Por efectos del cambio climático, la Octava Región, tendrá similares condiciones a la zona central de nuestro país, lo que se traduce en una mayor cobertura para la producción frutícola, duplicando en lo últimos 10 años, el total de los suelos dedicados a este sector económico, y particularmente, a cerezas y arándanos.
La apuesta por la producción de estos frutos, trae consigo muchos desafíos. El primero de ellos, la búsqueda de la eficiencia en los procesos productivos, específicamente en la plantación. En segundo lugar, existe la necesidad de innovar en el proceso de cosecha, con el objetivo de lograr preservar la integridad de la fruta, y que esta llegue fresca y firme a los mercados de destino. Para esto, se requiere innovar en el desarrollo de robótica y automatización para los procesos productivos de la industria agroalimentaria.
Ante esta nueva realidad, Agroceler busca colaborar en el desarrollo del potencial productivo de la región del Biobío, impulsando la diversificación de la matriz productiva y aumentando las potencialidades tecnológicas de la Región.